Por Redacción | 18 de julio de 2016
El deporte, la comida, las instituciones políticas, la sexualidad, la vestimenta entre otros son ejemplos en los que Norbert Elías, sociólogo alemán, se basa para sugerir la existencia de procesos civilizatorios experimentados por la humanidad a lo largo de los siglos. Si aceptamos esta tesis, deberíamos considerar agregar un elemento más: el papel. No es poca cosa que sea en este soporte físico sobre el cual se han derramado ríos de tinta en torno a infinidad de ideas y temas, algunos más sustantivos que otros. En este sentido, si en algo se queda corto aquel teórico, es en la inexistente referencia explícita sobre el papel como un elemento perteneciente a aquellos procesos civilizatorios. Olvida que esto impulsó (y sigue haciéndolo) una profesionalización en la propagación de las ideas y logró una sofisticación que, con el correr de los años, evolucionó en la industria editorial, cuya importancia es vital para cualquier sociedad contemporánea.
El papel es un invento de la cultura china que data de dos milenios. Desde entonces, ha sido un acompañante íntimo de la humanidad. Sobre su superficie se ha escrito, teorizado y divagado. No es fortuito que, en varios momentos de la historia, se haya aplicado un control sobre la producción y distribución del papel para tratar de evitar la propagación de corrientes de pensamiento que se consideraban peligrosas o nocivas.
Hoy en día, el papel ha adoptado diversas formas en la vida cotidiana de nuestra sociedad. No sólo puede fungir como el primer testigo de nuestros pensamientos y anhelos, sino que además puede ser adaptado para propósitos monetarios, culturales, artísticos y didácticos, entre otros. Conscientes de lo anterior, la Librería del Ermitaño en mancuerna con Solar Editores recién realizó con gran éxito el Taller de Papel Artesanal impartido por el dúo dinámico Gonzalo Castañeda y Lucrecia Vélez; y el encuadernador Germán Sánchez, todos maestros papeleros.
La convocatoria realizada a través de redes sociales y boletín informativos tuvo tan buena recepción que, a sólo pocos días de haberse lanzado, se llenó el grupo. Esto, a juicio de los talleristas, demuestra que el interés por el oficio y las artes sobre el mundo del libro sigue vigente, aun cuando la impresión digital, los ebooks y demás futuros [o presentes] ya se encuentran entre nosotros.
Cabe mencionar que esta actividad cultural, realizada el pasado 16 de julio, se realizó en la Librería del Ermitaño, un espacio cultural independiente y disponible para toda persona interesada en hacer manifiesta su inquietud cultural. Esta Librería de Barrio se encuentra en la colonia San Pedro de los Pinos, Calle Dos esquina 1º de Mayo (a una cuadra del metro con el mismo nombre de la colonia).